Estamos comenzando la cuesta de enero, y posiblemente necesitas un milagro. Un milagro para llenar el tanque de gasolina, un milagro para resolver un conflicto familiar, un milagro en tu empleo. Nos encantan milagros.
¿Quién no hubiera querido estar con el pueblo de Israel y ver Dios abrir el Mar Rojo …y pasar en medio?